Nuestra Historia
¿Cómo nace
OPRA Chile?
OPRA se formó como Organización Comunitaria a fines del año 2005, por la reunión principalmente de personas que trabajábamos en el sector céntrico de nuestra capital y que compartíamos la preocupación por los animales abandonados en la comuna de Santiago Centro.
En un primer momento desplegamos todos nuestros esfuerzos realizando trabajo en terreno que consistía en rescatar animales, proporcionarles atención veterinaria, esterilizarlos, para luego darlos en adopción en las jornadas que realizábamos a este efecto mensualmente. Fuimos la primera organización en implementar los llamados hogares de tránsito o temporales, como alternativa distinta de los refugios, sistema que aún utilizamos, pues estimamos que constituye la mejor opción para mantener resguardados a los rescatados en la espera de ser adoptados.
Posteriormente expandimos nuestro trabajo y llevamos nuestra ayuda a otras comunas de Santiago e incluso, en casos particulares, a otras regiones de nuestro País, como ha ocurrido en situaciones de catástrofe.
Así, se fue sumando gente a la organización que compartía las mismas inquietudes respecto de la necesidad de hacer algo por mejorar las condiciones de vida de los animales que viven en la calle y la convivencia mutua con los humanos.
Con el paso del tiempo nuestro equipo se ha ido renovando, en la actualidad lo conforma un grupo diverso de personas, de distintas edades, género, profesiones u oficios, y con esto los objetivos también han cambiado.
Hoy no sólo trabajamos en terreno rescatando, sino que participamos activamente educando a nuestra comunidad en temas de tenencia responsable y bienestar animal, difundiendo la nueva normativa que regula la tenencia de mascotas y animales de compañía, y compartiendo además nuestros conocimientos y la experiencia adquirida durante los años dedicados a este trabajo.
Tenemos la convicción de que podemos llegar a crear conciencia en más gente sobre el trato que los animales merecen y la confianza de que podemos generar un cambio en nuestra cultura respecto de la forma de relacionarnos con los animales, haciendo más amable nuestra convivencia y entorno.